La educación en México es mala, deficiente, pero… ¿Acaso no hay bibliotecas?

A la Red Nacional de Bibliotecas Públicas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) la conforman 31 redes estatales y 16 redes delegacionales, que unidas suman 7,320 bibliotecas públicas presentes en 2,277 municipios del país, esto representa el 93% del total de bibliotecas existentes en el país.
Este sistema de bibliotecas tiene capacidad para atender a más de 30 millones de usuarios anuales.

¿Es culpa de “La Maestra” el que los padres de familia no inculquen en los hijos la asistencia a bibliotecas para leer o consultar datos? ¿Los adultos se acercan a estas para informarse sobre algunos temas?

Es más triste saber que existe el internet, en el que hay alrededor de 8oo mil obras digitalizadas por la CONACULTA, y tampoco se acercan a consultar.

Entonces, queda claro que preferimos que nuestros jóvenes y niños pierdan el tiempo en redes sociales, juegos, videos o conversaciones por el internet, en lugar de inculcarles el uso de esta herramienta para la resolución de interrogantes y la culturización.

Por ejemplo, vemos que suben imágenes criticando al PRI (Y no es para menos), en las que se muestran algunas de las felonías típicas de los gobiernos priistas del siglo XX, pero… ¿Qué va a saber un joven o niño sobre Fidel Velázquez? Critican e insultan a la Gordillo pero… ¿Saben cómo llego al poder? ¿Han oído de Jongitud Barrios?

El conocimiento que se maneja sobre la historia y trayectoria del PRI es ínfimo, y no existe una intención por tomar un libro o ingresar a la red e incrementar el conocimiento existente, para así formular una opinión y poder criticar al presente y pasado.

Pero eso si, surge un curioso personaje, en un partido supuestamente “socialista”, con una trayectoria íntimamente ligada al pueblo mexicano, con grandes ideas y proyecto, cansado de la forma en que se maneja el país; y los conocimientos sobre este son tomados de los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión, sin hacer un esfuerzo por ir más allá, por revisar los libros de historia, indagar en la red o informarse de primera mano con grupos afiliados a este.

En fin... invitarlos está de menos.

“Lee y conducirás, no leas y serás conducido.” Santa Teresa de Jesús (1515 – 1582). Religiosa y escritora española.