“Miren
la bandera, ondea impávida en el asta. Sabe que este es su día y por eso se
luce, orgullosa de sí misma.”
Esta frase la escuché este día de la bandera (24 de
febrero) y me hizo reflexionar al respecto:
¿La bandera siente orgullo por la nación que ahora la
festeja?
A primera vista podríamos argumentar que no hay
coherencia en la pregunta, pero les invito a remontarnos (tramposamente) al
surgimiento de nuestro actual lábaro patrio.
Antecedentes:
El 24 de Febrero de 1821, Iturbide y Guerrero dieron a
conocer el Plan de Iguala, donde proclamaban
las Tres
Garantías: independencia, religión y
unión. Este plan fue acompañado de una bandera que ostentaba los colores Blanco, verde y rojo, en forma diagonal.
Posteriormente, durante el primer imperio mexicano, se modifica
la bandera, quedando como actualmente se conoce, tres franjas verticales con el
águila al centro, salvo que para el caso de esta primera versión, el águila
portaba una corona. Tras la renuncia de Iturbide se le quita la corona y sufre
diversas modificaciones.
Fue hasta 1880 con el General Díaz que al águila se le
coloca de frente, con la serpiente y sobre un nopal y en 1968, con Díaz Ordaz,
se oficializó el diseño de la bandera a como hoy se conoce.
Pero… ¿qué tiene que ver esto?
Significado
de los colores:
La importancia de conocer el contexto histórico en el que
surge nuestra bandera es importante para comprender los significados de los
colores.
Antes de la secularización
(Juárez) los colores simbolizaban:
Blanco:
Representaba
la pureza de la religión católica romana que profesaba el pueblo de la Nueva
España.
Verde: Representaba
al movimiento insurgente, el ideal de independencia.
Rojo:
Simbolizaba al grupo español adherido al impulso libertador.
Posteriormente, tras la Guerra de Reforma, se modifica la simbología, quedando de la
siguiente manera:
Verde: La esperanza del
pueblo mexicano.
Blanco: La
pureza de los ideales del pueblo.
Rojo: La sangre derramada
por los héroes.
El escudo adquirió los siguientes significados:
Serpiente: Potencialidades de la tierra.
Águila: Fuerza cósmica del sol.
Nopal: Paisaje de México.
Águila: Fuerza cósmica del sol.
Nopal: Paisaje de México.
¿Y
la crítica?
Después de una larga introducción, me atrevo a cuestionar
el supuesto “orgullo” que debe sentir la bandera en este día.
Qué orgullo va a sentir de su color verde, si ya no hay
esperanza, simple costumbre.
Qué orgullo va a sentir el blanco, si el pueblo carece de
ideales, y los “idealistas” existentes se dedican a saquear nuestro territorio.
Qué orgullo va a sentir el rojo, si ya no se derrama la sangre
como un acto de heroísmo.
Qué vergüenza le debe dar a la serpiente, que con
tristeza ve su tierra, árida y abandonada. Esa tierra que ya no gesta vida, que
sirve para la explotación del hombre por el hombre, para intereses insulsos.
Qué impotencia ha de sentir el águila, que día a día
surca los cielos mexicanos, observando que la potencialidad del mexicano se gasta
en desarrollar países en un estilo colonial.
Qué coraje ha de sentir el nopal, que ve como se destruye
el paisaje mexicano, para abastecer el apetito voraz de intereses diversos, que
destruyen a su paso, sin realmente aprovechar el espacio existente.
Y que angustia siento yo, de ver las injusticias, y no
saberlas gritar, de ver el dolor ajeno, y no poder ayudar, de ver como todos cierran los
ojos, y no poderlos cambiar.
Dime,
Victor Hugo, ¿tú que opinas?
"Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente, hay cierta solidaridad vergonzosa." Victor Hugo (1802 - 1885) Escritor francés.
Se
despide de usted su amigo (o enemigo)
Developer Menschenfeind