20 agosto 2012

Ayer éramos amigos, hoy me retracto, mañana somos enemigos

Ha salido de las entrañas de una quimera, un documento que relata paso a paso y con testimonios reales, lo que se ha sufrido durante los 12 años de gobierno panista.

Al PRI ni se le movió el copete, al PRD solo se le esbozó una sonrisa que no alcanzó a borrar el sabor de la derrota, el PVEM y PANAL simplemente sonrieron y continuaron contando sus ganancias, Convergencia ni se mueve porque anda escaldado, el PT solo ve con ojos de “Se los dijimos” pero sus rostros solo pueden demostrar la frustración de no encontrar.

La quimera es el PAN y de la misma forma, es el PAN quien ha salido rasguñado. A un mes de la derrota, siguen intentando recuperar lo más que se pueda. Ya han culpado a Fox, ya han culpado a Calderón, hoy culpan a medio partido, mañana tal vez culparan al sol (Para nada hago alusión a Televisa). Si algo puede ser rescatado de esta confesión, es la correcta afirmación de que al PAN solo le falto una cosa: gobernar con un sello propio.

Desde el inicio de su gobierno, el partido ha cambiado engranes, aceitado articulaciones, construyendo nuevos motores, destruyendo viejas maquinarias, modificando los niveles de presión soportados por la maquinaria; pero siempre fue la misma maquinaria, siempre fue el sistema sembrado, regado y cosechado por el PRI.

El 2000 fue un año de alegría, salió el PRI y entró el PAN, para el 2002, el PAN daba muestras de ser nada más que una filial del PRI, con sus notables diferencias: es azul, fundado en el ’39 y ligeramente más organizado. Pero esto no cambio su realidad, el PAN siguió siendo, hasta las últimas elecciones de julio de 2012, una franquicia del PRI.

Habrá que ver como le resulta a Madero el proceso inquisitorio que le ha permitido justificar todas y cada una de las incapacidades del partido, sin perdón para muchos, sin culpa… esa si la tienen todos.

Es en este momento en el que deberíamos observar al Goliat, que vencido por David en el 2006, tomo por la fuerza el poder. ¿Para qué? Nada bueno ha surgido de ese Julio de 2006, todo han sido ilusiones que por un lado han logrado su cometido, instaurar una imagen general de una realidad inexistente, por el otro, convertir al país en un territorio bárbaro.

Me podrán reclamar que el anterior párrafo tiene la intención de desestimar el gobierno de Calderón y apoyar al candidato Andrés Manuel López Obrador, pero les aseguro que la derrota de la que yo les hablo, no fue para ningún candidato, la derrota la sufrimos todos los ciudadanos, pues permitimos que instituciones del viejo régimen, dañadas y sin carácter,  permitieran y perduraran el sistema político “a la mexicana” como diría José Revueltas.

¿Qué nos falta a los ciudadanos para percatarnos que el problema no esta en los colores? ¿En si son socialistas, capitalistas o dinosaurios? ¿De izquierda, derecha o centro?

El problema está en nosotros, en la sociedad, en cada padre y madre, en cada hijo, en cada comentarista de radio y televisión, en periodistas y cibernautas. Problema claro y serio es el de los maestros y la educación particularmente.

Pero ¿Cuál es nuestro problema si nosotros no robamos nada, no transamos, intentamos vivir limpiamente como nos es posible en la desigualdad en que vivimos?

El problema esta en nuestras propias limitaciones, en nuestro conformismo, en nuestras costumbres, en nuestra cultura derrochista y sometida. Pero más que nada, en nuestro miedo a algo desconocido, a lo nuevo, heredamos y reproducimos un miedo a la razón, un temor a la innovación, que nos han encerrado en la ignorancia, en el costumbrismo y la falta de visión, en la información a medias, en los comentarios infundados y sin un proceso de razón.

 Culpamos a personas que trabajan engañándonos, controlando y manipulando la información, apedreamos a instituciones que solo trabajan para ganar dinero y enriquecer a algunos cuantos.  Pero… ¿Cuándo vamos realmente a culparnos a nosotros mismos? ¿Cuándo aceptaremos nuestro error?

El día que nos culpemos de la situación en que vivimos y aceptemos nuestro error, ese día nos daremos cuenta de que para que las cosas cambien debemos ir a los partidos políticos y obligarlos a ser las “instituciones de interés público” que deberían ser según el articulo 41° constitucional. Obligarlos a ser verdaderos canales y articuladores de demandas, a ser cercanos a la gente, a trabajar por el país en el que todos vivimos, y a pelear por transformar este país y no por tener un poder mitológico.
El día que despertemos como sociedad y aceptemos que la situación actual es culpa nuestra, ese día los movimientos como el #132 tendrán cause, tendrán meta y tendrán resultado. Ese día podremos caminar todos en la dirección que queramos pero siempre con la misma meta.
“Con libertad y razón los pueblos crean su historia”

Se despide de usted su amigo (o enemigo)
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